A. Proyecto: Fomentar la producción de Colza
B. Fundamentación:
La Brassica napus, conocida como raps, como canola y también como colza para la variedad oleracea es una especie de planta cultivada de la familia de las brasicáceas. Oleaginosa muy difundida en el mundo, que se adapta sin problemas a distintas situaciones de suelo con aptitud agrícola. Se cultiva por todo el mundo para producir forraje, aceite vegetal para consumo humano y biodiésel.
El cultivo de colza se conoce en Argentina desde el año 1930. En 1974 comenzaron los primeros trabajos de investigación. A partir del 2008 se ha renovado el
interés por el cultivo. Actualmente, el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria
(INTA) esta desarrollando proyectos referidos al mejoramiento y manejo del cultivo.
Los principales productores son la Unión Europea, Canadá, Estados Unidos, Australia, China y la India. En la India ocupa un 13% del suelo cultivable. Según el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, la colza era la tercera fuente de aceite vegetal en 2000, tras la soja, y la palma, además de la segunda fuente mundial de comida proteínica, aunque su importancia sea solo una quinta parte de la soja. En Europa, se cultiva principalmente para alimentar el ganado (por su alto contenido en lípidos y contenido medio en proteínas).
Esta planta, originaria de Argentina y seleccionada principalmente por Canadá, se ha difundido por todo el mundo también con el nombre de Canola caracterizada principalmente por no poseer ácido erúsico que es una sustancia tóxica que sí tiene la planta en estado de maleza (que es el tan conocido nabo común de flor amarilla).
Dentro de las limitaciones principales por las cuales el cultivo de colza no se había desarrollado en la provincia de Entre Ríos se puede mencionar, su competencia con el trigo, ambos tienen períodos de ocupación similar, comercialización limitada en compradores y cosecha dificultosa con mayores riesgos.
Sin embargo, el principal problema que redujo su difusión en áreas muy aptas para este cultivo, es que la colza y la maleza nabo común (Brassica campestris) son la misma especie, como ya fue mencionado, no existiendo herbicidas selectivos que permitan diferenciarlos, el ácido Erúsico que contiene la maleza, tóxico para el consumo humano es motivo de reducciones de precio en la comercialización e incluso el rechazo del cultivo. En la actualidad los cambios tecnológicos producidos en la provincia, especialmente los relacionados con la adopción generalizada de la siembra directa, modificaron esta situación, limitando la aparición de nabo al no realizar movimientos de suelo, por lo cual la SD es una condición muy favorable para el desarrollo del cultivo en la provincia manteniendo los niveles tolerables de dicho ácido por la no aparición del nabo maleza. Además, la adopción de las sojas RR han ido disminuyendo los niveles de infestación de los campos con nabo, sobre todo en los períodos tempranos, por lo que otra situación recomendable es incorporar a la colza dentro de la rotación con soja.
C. Objetivos generales. Contar Argentina con ventajas competitivas como:
- Condiciones climáticas y edáficas que permiten la producción de colza de muy
buena calidad para poder abastecer a los mercados más exigentes
- Una industria aceitera desarrollada que puede procesar esta oleaginosa sin
competir con las producciones de girasol y soja.
- La posibilidad de contraestación para abastecer a los principales importadores que
se encuentran en otras latitudes.
- Incrementar en superficie y en producción, debido fundamentalmente a la preferencia del productor que encuentra en la colza una excelente opción para diversificar su producción y mejorar su rentabilidad y a la actividad de investigación y experimentación que se realiza para corregir las limitaciones tecnológicas que aun se presentan.
- Al tratarse de un cultivo de áreas templado frías, brinda al productor una opción
importante como componente de su rotación agrícola que en estas zonas se limita
principalmente a cereales de invierno.
- Desarrollar la cadena de valor
- Permitir a la Argentina que es uno de los principales países exportadores de aceites
vegetales y la colza el segundo oleaginoso en importancia, seria relevante que el país
comience a participar de este mercado
- Evaluar y registrar agroquímicos dado que prácticamente no existen en el país productos registrados para atender las necesidades sanitarias del cultivo en el país.
- Eficientizar los servicios fundamentalmente acondicionamiento, almacenaje y transporte.
Opción excelente para nuestro país tanto para los productores como para la industria.
La producción de aceite en Argentina esta centrada casi exclusivamente en cultivos estivales. La colza por su ciclo inverno – primaveral accede al mercado en otra época del año, por lo cual abastece a la industria en momentos en que ésta permanece ociosa y no se superpone con la molienda de las otras oleaginosas.
La colza en planteos de siembra directa permite la realización de cultivos de segunda tales como soja o maíz. La calidad del grano y el rendimiento en aceite que se obtiene es de excelente calidad lo que permite su adquisición por parte de los mercados más exigentes.
Nuestro país ocupa una vasta superficie y presenta características climáticas y edáficas muy diferentes. En el noreste del país el clima es caluroso y húmedo con temperaturas que oscilan entre 27 ºC en el mes de enero y 12 ºC en julio. Las precipitaciones varían desde 2.000 mm por año en el este y 600 mm por año en el oeste. La región pampeana que abarca las provincias de Buenos Aires, La Pampa, centro sur de Córdoba, sur de Santa Fe, presenta un clima más moderado con medias anuales de 15 ºC y un rango de precipitación de 1.000 mm por año en el este y 500 mm en el oeste. En el centro sur y sudeste de la Provincia de Buenos Aires y este de La Pampa se producen colzas de tipo invernal y primaveral. En esta región las temperaturas permiten que se cumpla con las condiciones de frio que necesita el cultivo para completar con todas las etapas del desarrollo.
Su mejor desarrollo se da en suelos del tipo franco arcilloso, adaptándose bien a los de tipo vertisólico siempre y cuando se exceptúen las zonas que presenten condiciones de anegamiento típicas de bajos índices de infiltración. Estas situaciones no son recomendables para el desarrollo de la colza por ser susceptible a excesos hídricos provocando detrimento en el rendimiento granario. Por lo tanto, a la hora de planificar la elección del lote para la implantación de la colza, se deberían seleccionar situaciones de loma y media loma evitando los bajos anegadizos.
E. Recursos necesarios:
-Realización del estudio de factibilidad con asesoramiento del INTA
-Difundir este cultivo,. el esfuerzo que se esta realizando es insuficiente, muchos de los técnicos y productores no conocen el cultivo de colza y no se está ante un crecimiento sostenido del cultivo mediante transferencia a profesionales y productores.
- Proporcionar mayor difusión de los conocimientos relativos a implantación y cosecha que hoy por hoy constituyen las mayores preocupaciones de productores y técnicos
-Aprobación del proyecto por los Ministerios de Agricultura y de Industria.
- Proporcionar créditos blandos para la adquisición de semillas
- Incrementar las zonas altas para su cultivo no explotada, sin retenciones.
F. Caracteristicas generales:
La colza (Brassica napus L.) es una planta herbácea perteneciente a la familia de las Brasicáceas (Crucíferas) que alcanza hasta 2 m de altura y produce una semilla pequeña y redonda, de color negro, marrón o amarillo, de alto contenido de aceite (40-45 % de aceite). Existen dos tipos de colza, la colza de invierno y la de primavera, las cuales están diferenciadas por sus requerimientos de vernalización. La planta de colza forma una roseta durante su periodo vegetativo. Estando próxima a florecer, esta especie produce ramificaciones de primer y segundo orden. Su fruto es una siliqua de unos 5 a 10 cm de largo.
El aceite de colza con bajo contenido de ácido erúcico se utiliza como aceite comestible para ensaladas y para cocinar, así como para hacer margarinas. Los aceites de alto contenido de ácido erúcico se utilizan como lubricantes y para la síntesis de plásticos. La harina de extracción posee un alto contenido de proteína (36-37 %) de alto valor nutricional, utilizándose como suplemento proteico. Otro uso del aceite de colza es la producción de biodiesel, el cual es conocido como RME (rapeseed methyl ester).
Uno de los aspectos más importantes en el desarrollo del cultivo de la colza, además de los incrementos en los rendimientos, fueron los cambios asociados con la calidad del aceite y de la harina de extracción. Las variedades más antiguas de colza poseen un aceite con alto contenido de ácido erúcico (50-55 %), el cual es no deseable desde el punto de vista nutricional. A través de mejoramiento genético se bajó el nivel de erúcico a prácticamente cero. Por otra parte, la harina de extracción contiene grandes cantidades de glucosinolatos, compuestos también considerados antinutricionales, especialmente en animales monogátricos.
Nuevamente, por técnicas de mejoramiento se transfirieron los genes provenientes de un cultivar de bajo nivel de glucosinolatos a las líneas actuales de alto rendimiento, con lo cual la aceptación de este cultivo oleaginoso creció enormemente. Como consecuencia de estos cambios cualitativos, la colza pasó a ser llamada "canola" o "colza doble-cero" (cero contenido de ácido erúcico y glucosinolatos) para diferenciarla de los viejos cultivares, siendo su nivel de erúcico inferior al 2 % y su contenido de glucosinolatos alifáticos menor a 30 µmoles por gramo
Teniendo en cuenta los resultados de los ensayos realizados por la EEA INTA Concepción del Uruguay, el período recomendable para la siembra de colza canola en Entre Ríos, se extiende desde la segunda quincena de abril hasta la primera de junio, siendo el momento óptimo, la primera quincena de mayo, situación en donde se obtuvieron los mejores rendimientos granarios en la mayoría de los cultivares evaluados.
Para la siembra, esta etapa es de vital importancia para un buen resultado del cultivo ya que la colza no presenta comportamiento de compensación vegetativa, con lo cual los fallos en la siembra darán como resultado zonas prácticamente improductivas. Por este motivo, es de fundamental importancia dedicar un tiempo prudencial a corregir y regular los sistemas de dosificación de la sembradora, verificar la libre descarga de las semillas en los tubos de bajada, regular simétricamente en todos los cuerpos la profundidad de siembra, corregir la carga de los trenes de acuerdo a las condiciones del suelo, cerciorarse de que el aporte de tierra de las ruedas tapadoras no sea excesivo (sin dejar lomo) y, por supuesto, siempre conservar un buen estado de mantenimiento de todos los órganos y respetando no superar los 7 km/h de velocidad de siembra.
Es preferible utilizar cuchillas rastrojeras que produzcan algún mínimo movimiento del surco de manera que faciliten el trabajo de las ruedas tapadoras, las turbo para suelos más francos y las ripley o lisas para suelos más arcillosos pueden ser una buena elección. Se debe tener cuidado que la profundidad de trabajo sea la menor posible siempre que corte el rastrojo, ya que, sino podrá condicionar la profundidad del abresurco. Incluso es posible eliminarlas en condiciones de escaso rastrojo en máquinas que tengan abresurcos del tipo doble disco descentrado o de discos desiguales.
El abresurco del tipo doble disco iguales o descentrados es preferible al monodisco ya que proporciona un mejor control de profundidad situación clave para este tipo de semillas. El monodisco, si bien es más versátil, dependiendo del estado y tipo de suelo podría provoca desgarros en una de las paredes lo que no contribuye a obtener un control de profundidad más preciso. Con el mismo objetivo las doble ruedas controladoras de profundidad son más efectivas que las simples.
El control de carga es otro de los elementos a tener en cuenta, generalmente se utilizan las sembradoras con los resortes al máximo para favorecer la penetración. Se deben graduar a la presión necesaria para que penetren y no más, en este sentido, las sembradoras equipadas con control de carga hidráulico o hidroneumático presentan ventajas interesantes.
Las ruedas apretadoras o contactadoras deben ser en lo posible de teflón o de acero inoxidable para asegurar la no adherencia de las semillas y suelo, también se deben poder regular a baja presión realizando una labor suave en el surco, caso contrario será preferible prescindir de ellas, las colitas fijadoras realizan un trabajo más seguro.
La elección de las ruedas tapadoras dependerá del tipo y estado de suelo. Como ideal las mono ruedas de banda ancha son las que realizan el mejor trabajo siempre y cuando haya suelo no muy compactado, caso contrario se deberá elegir las doble ruedas equipadas con casquetes dentados armados con la concavidad hacia fuera de manera de no formar un camellón sobre el surco.
Teniendo en cuenta el tamaño de la semilla y para lograr una emergencia rápida y uniforme se recomienda colocar la misma a una profundidad de 2 cm, en estrecho contacto con el suelo y sin llegar a exceder los 3 cm de profundidad. Esto se logra utilizando sembradoras con órganos abresurcos de doble disco, equipados con limitadoras de profundidad a cada lado del abresurco y con ruedas compactadoras de presión cero. Profundidades superiores a los 3 cm traerán aparejado una disminución en el porcentaje de plantas logradas agravado por no tener un efecto compensatorio marcado, retraso en la emergencia y en el desarrollo inicial lo que complica la competencia con las malezas, y desuniformidad de emergencia con plantas dominantes y dominadas. Todos estos aspectos pueden influir negativamente originando problemas en la cosecha por desuniformidad en la madurez. Por lo tanto la correcta regulación de la profundidad de siembra es un punto clave para lograr un stand de plantas uniformes que mejoraran las condiciones de cosecha y mejorará el rendimiento granario. Una posibilidad válida es realizar la siembra al voleo como cuando se utiliza el cajón alfalfero, en ese caso se verificará que la semilla solo quede tapada por acción de los discos de las ruedas tapadoras regulando su angulación.
Las distancias entre hileras de siembra de 17,5 a 20 cm son las ideales, porque se logra un grado de cobertura óptimo y permite una distribución espacial de las plantas correcta sin dejar espacios de luz descubiertos mejorando la eficiencia en la captación de radiación lumínica y evitando el desarrollo de malezas. Hileras más distanciadas con igual densidad de siembra provoca una alta concentración de plantas con una mayor agresividad competitiva entre ellas lo que deriva en menor capacidad de ramificación con tallos de menor diámetro y consecuentemente con mayor probabilidad de vuelco y aumentando los inconvenientes al momento de la cosecha.
Los ensayos zonales de densidad de siembra de colza canola mostraron que los mejores resultados en rendimiento se logran cuando existe un stand de plantas de entre 60 y 80 plantas por m2, lo que equivaldría a entre 10 y 15 plantas logradas por metro lineal, esta densidad de plantas se logran sembrando aproximadamente entre 4 y 6 Kg/ha dependiendo fundamentalmente de la calidad de la semilla y del peso de 1000 unidades.
Densidades de siembra muy por encima de estos valores no son recomendables debido a que aumenta la competencia intraespecífica debilitando la población en forma marcada, sobre todo, cuando se dan condiciones ambientales o de fertilidad desfavorables para el cultivo.
Para el control de las malezas, el primer parámetro que se debe tener presente para la implantación de colza es la limpieza del lote de siembra. Se debe planificar la siembra dentro de una rotación, de manera de contar con un terreno libre de malezas, principalmente de crucíferas que son las causantes del aumento en los porcentajes de ácido erúsico en el aceite y para las cuales no existen herbicidas selectivos. La tolerancia de este ácido en el recibo es del 2 %, por encima de este valor se perciben reducciones en el precio de comercialización y el aceite se vuelve menos apto para el consumo humano y se tendrá que destinar para otros fines como por ejemplo producción de biodiesel.
Se debe prestar fundamental atención al momento, densidad, profundidad y uniformidad de siembra, de manera de lograr, a través de un manejo cultural, una población de plantas óptima y con un crecimiento inicial lo mas acelerado posible logrando, de esta forma, una eficiente competencia con las malezas.
Otro factor que es fundamental tener en cuenta para lograr un buen control de malezas es el sistema de siembra; utilizando la siembra directa para la implantación de la colza no se produce remoción total del suelo y por lo tanto no se da el efecto de escarificación de la semilla de crucífera que se encuentra latente en el suelo evitando de esta forma que esta emerja.
Las experiencias con herbicidas de hoja ancha no son abundantes debido a que la colza es sumamente sensible a herbicidas como el glifosato, 2,4-D, MCPA entre otros, si hay una basta experiencia con graminicidas, los cuales se pueden utilizar para el control de gramínea en presiembra y postemergencia.
Con respecto a la fertilización, existe una respuesta muy marcada a la fertilización azufrada con rendimientos de un 30 % superior. Los mejores resultados agro-económicos se obtuvieron con aplicaciones de 34 Kg de Nitrógeno y 14 Kg de Azufre. La colza es muy sensible a las carencias de azufre ya que es un componente fundamental de dos de sus aminoácidos esenciales, la cisteina y metionina, necesarios para síntesis de proteínas y clorofila, por lo que es fundamental aplicar fertilizantes sulfatados cuando los niveles de azufre en suelo son relativamente bajos.
En la actualidad la EEA C. del Uruguay está trabajando en inoculación de semillas con Azospirillum el cual se presenta como un promotor del crecimiento radicular, los primeros resultados han erogado aumentos sustanciales en el rendimiento granario de colza en las parcelas inoculadas con azospirillum pero dicho trabajo sigue en fase de evaluación.
Se registran a nivel país rendimientos máximos de 3.500 kg/ha.. La mayor parte de colza que se siembra en el país se realiza en siembra directa, es fertilizada con fosforo, azufre y nitrógeno. Se controlan malezas empleando herbicidas de hoja ancha y graminicidas. Se efectúa cosecha directa en la mayor parte de la superficie. Existen varios compradores, tanto exportadores como emprendimientos empresariales locales para proyectos de alimentación, que ofrecen muy buenas condiciones de compra y favorecen la dinamización del mercado.
Datos útiles: Dr. Oscar Pozzolo, Ing. Agr. Msc. Hernán Ferrari, Téc. Univ. Claudia Curró
Fuente: https://www.agritotal.com/nota/colza-canola/