Autor: Jorge Elías
A. Proyecto: Provisión de un radar de aproximación al
Aeropuerto Jorge Newbery
B. Fundamentación:
Dentro de las dificultades para la gestión intensiva de la
operación del tránsito aéreo en el Aeropuerto Jorge Newbery se encuentra la
inexistencia de un buen radar de aproximación.
Un radar de aproximación de precisión (PAR) es un equipo de radar
primario usado para determinar la posición de una aeronave durante la
aproximación final, en azimut y elevación en relación con una trayectoria
nominal de aproximación, y en distancia en relación con un punto de toma de
contacto. Los radares de aproximación de precisión sirven para que pueda darse
guía por comunicación radio a los pilotos durante las fases finales de la
aproximación para aterrizar.
Básicamente, hay dos tipos de radares. Los radares primarios
de los aeropuertos detectan y monitorean el tránsito aéreo dentro del volumen
dado por un radio de unos 110 kilómetros alrededor de cada estación
aérea, y una altura que llega a los 20.000 metros. En la
detección, cada avión es un objeto pasivo, un conjunto de superficies metálicas
que se limitan a reflejar las ondas emitidas por el radar del mismo modo
involuntario en que un paredón devuelve la voz humana en forma de ecos. Los
radares secundarios tienen otra finalidad y funcionamiento. Operan dentro de un
radio de 360
kilómetros y hasta una altura de 30.000 metros, e
“interrogan” en forma automática a un traspondedor, un dispositivo electrónico incluido
en cada avión, que en forma automática “contesta” dando la identificación y
altura de vuelo de la aeronave. Un avión carente de este transpondedor sería
detectado por el radar primario pero no por el secundario. Pero los aviones
comerciales están legalmente obligados a llevarlo por su propia seguridad y la
del espacio aéreo. Más allá del alcance, la diferencia fundamental entre ambos
tipos de radar es funcional: el primario detecta cualquier avión convencional,
al margen de que éste quiera o no ser detectado. El radar secundario, en
cambio, no detecta sino que “interroga”, y supone una actitud colaborativa del
tránsito aéreo.
Muy lejos ya de usos de guerra, en los grandes aeropuertos
de hoy los datos de ambos tipos de radares se integran en bases de datos
constantemente actualizadas para su uso por los controladores aéreos. Cuando se
producen congestiones de tránsito aéreo en horas pico, los aviones ingresantes
a zona de control deben volar en círculos sobre lugares preasignados a espera
de que el controlador aéreo les indique turno de aterrizaje. El conjunto de
aviones en espera y volando en grandes círculos se llama “la torta”, en la
jerga de los controladores aéreos argentinos, y se llama así porque suele tener
muchos “pisos”.
Para evitar circunstancias de riesgo, cada aparato dentro de
“la torta” tiene un “piso”, es decir una altura rígidamente asignada por la
torre que le garantiza al menos 300 metros de despeje vertical respecto de sus
vecinos inmediatos hacia arriba y hacia abajo. Ningún piloto volando adentro de
“la torta” puede abandonar su “piso” sin la autorización del controlador en su
torre. Como se ve, en este tipo de operaciones de precisión, el radar
secundario se transforma en un componente importante de la seguridad aérea.
C. Objetivos generales:
- Permitir alinear a los aviones haciendo que los
aterrizajes no superen el minuto de demora por cada avión, agilizando el tránsito
aéreo.
- Maximizar las capacidades del aeropuerto en cuestión.
- Evitar la saturación del aeropuerto
- Disminuir las interminables demoras en los vuelos.
- Proporcionar las condiciones de operar de noche en las
condiciones climáticas imperantes.
- Incrementar la seguridad aérea, subsanando el deficit actual
- Adquirir un radar de aproximación de origen nacional debido
a los ajustados presupuestos actuales y a la escasez de divisas lo que dificultan la modernización
del parque tecnológico por medio de compras externas. Al ser Argentina, la
dueña del diseño y la fabricación, el costo de modernización y de mantenimiento
va a ser razonable para el país.
D. Lugar: Aeropuerto Jorge Newbery (Ciudad Autonoma de Buenos Aires)
E. Recursos necesarios: Actualizar el convenio con el INVAP
efectuado hace unos años por la FAA para desarrollar un radar
de aproximación de última generación, lo que incrementaría la seguridad y mejoraría
el control del tránsito aéreo comercial y civil. Los ajustados presupuestos
actuales y el alto valor del dólar son un factor limitante para la
modernización del parque tecnológico por medio de compras externas.
F. Características generales: El radar de aproximación de precisión (acrónimo en inglés:
PAR) es un tipo de sistema de guiado de radar diseñado para dar guía lateral y
vertical a una aeronave y a su piloto para aterrizar en un punto acordado. Los
controladores observan cada posición de aeronave en las pantallas del PAR, y
transmiten instrucciones al piloto en curso durante la aproximación final. Es
similar al sistema de aterrizaje instrumental (ILS) pero requiere de
instrucciones de control. Un tipo de aproximación instrumental que puede hacer
uso del PAR es la aproximación de aterrizaje controlado (GCA). Los radares de
aproximación de precisión tienen su uso principal en entornos militares, donde
el avión no sigue una maniobra estándar por instrumentos. Generalmente se
usaban los radares de precisión FPN-63 o el MPN-14K. Estos radares pueden dar
guía de precisión a una distancia de 35 km en modo normal, y de 27 km en "modo
MTI". El monitor de radar OJ-333 es el que usa el controlador de tránsito
aéreo de la imagen para dar instrucciones al piloto. Los radares de superficie
y de aproximación tienen un alcance muy inferior al de los radares de
vigilancia. El alcance de los de aproximación no suele superar los 18 Km y el de los de
superficie los 5 Km.
Los aeropuertos argentinos que ya tienen radarización
primaria y secundaria –con aparatos importados- son justamente los de mayor
tránsito: Ezeiza, Córdoba, Mar del Plata, Mendoza y Paraná. Todavía no se sabe
en cuáles otros aeropuertos van a instalarse los radares secundarios que deberá
desarrollar INVAP.
Dentro del mercado internacional, en los últimos años se están
sustituyendo los radares primarios Marconi S-511 por radares modelo Raytheon
ASR-11, de tipo DASR, Digital Airport Surveillance Radar y los radares
secundarios Indra IRS-20M, de tipo MSSR, Monopulse Secondary Surveillance
Radar, por radares secundarios monopulso de Indra pero con capacidad de Modo S.
El costo aproximado de instalación en una de las estaciones de radar ronda los
6 millones de euros.
-El Raytheon ASR-11 opera en frecuencias de entre 2,7 y 2,9
Ghz, tiene un alcance de 60
millas náuticas, unos 111 Km y gira a 12.5 vueltas
por minuto.
-El radar secundario de Indra opera en frecuencias de 1,03 y
1,09 Ghz (una para cada sentido de la comunicación) y tiene un alcance de 250 millas náuticas,
unos 463 Km.
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